Necesito respirar.. descubrir el aire fresco...y decir cada mañana...

Día 9 de Agosto:

Aireeeee!!! Necesito respirar!

No sé ni qué hora es, pero creo que ya hemos consumido todo el oxígeno que había en la habitación. El aire acondicionado lo apagamos por el tema del taxímetro, y el otro aparato porque estaba justo encima de Samuel e iba a terminar con anginas. No podemos volver a encenderlo y el calor y la humedad, junto con los ronquidos de Samu, hacen que me levante y me piense seriamente bajar a la calle a respirar. De repente oigo una vocecilla que susurra:"Abre la ventana, Davinia". Es Grego, que sufre el mismo agobio que yo por la falta de oxígeno. Abro la ventana, revuelvo la mochila para sacar un pai-pai y me paso lo que queda de noche abanicándome. Así que cuando suena la alarma estoy reventada, pero me levanto pitando con tal de meterme en la ducha. Preparados, nos vamos cuanto antes de allí ya que ni siquiera nos guardan el equipaje después del checkout.

En la estación de tren, nos advierten que hoy va a ser un día de fuerte calor. ¿En serio? No lo había notado. Con lo agustito que se está con una sensación de 40º a las 8 de la mañana...





Nos compramos el desayuno.. a ciegas, como siempre, cada día es una sorpresa nueva. Y la de hoy ha sido mi "leche falsa" con sabor a limón, mmmmm qué asco!!

Recorreremos Kanazawa usando el Bus Loop, que por 500 yenes se puede usar durante todo el día y para cerca de los lugares más turísticos. Nuestra primera parada, el jardín Kenrokuen y el castillo.El jardín está considerado como uno de los 3 mejores de todo Japón.

Está chulo porque hay muchas variedades distintas de árboles y lo tienen muy bien cuidado, pero más que un jardín, parece un parque. El castillo no tiene más interés que los muros de piedra utilizados para la defensa. Al parecer son los más grandes de todo Japón.

Tras 2 horas bajo el sol naciente, estamos ya hartos de jardines y parques y nos vamos a comer al mercado de pescado que queda muy cerca del parque del castillo. Nos habían recomendado probar el sushi en los restaurantes que hay dentro del mercado por su excelente calidad, pero a la hora de la comida, no para cenar porque suben los precios.

Todos los sitios parecen estar hasta arriba de gente pero conseguimos entrar en uno de ellos. Yo no lo probé, así que no puedo hablar de la calidad, pero al parecer estaba todo muy rico.


Después del mercado, visita al barrio de las casas de gueishas y al barrio de templos. No vemos a ninguna geisha y sólo un templo, con lo cual, no ha sido muy fructífero esto y hemos seguido pasando calor.

Nuevo combinado de trenes rumbo a Osaka.
Esta parte de la noche la dejo porque se merece otra entrada aparte, y además porque ya son las 2 de la mañana y quiero irme a dormir.

P.D: Hoy Grego se ha ganado la estrellita por habernos salvado de morir asfixiados abriendo la ventana de la habitación.