martes, 20 de agosto de 2013

Capsule experience

Día 20 de Agosto:

Está sonando la alarma. 5:00 am. En estos momentos es cuando piensas, qué tipo de vacaciones son estas??? Ni para trabajar me levanto tan pronto! 
Pero luego piensas en las experiencias únicas que puedes tener y sigues pensando..qué tipo de vacaciones son estas??? jejejee, no, es broma. Sin duda merece la pena el madrugón.

El objetivo de levantarse tan pronto es asistir al rezo budista en el templo de Torodo al que llegamos anoche dentro del cementerio. Realmente comienza a las 6:00, pero quiero ir con calma para poder hacer fotos del amanecer. El pobre Samu es el único que ha querido venir conmigo, y eso que es el más perezoso de todos, pero ambos compartimos el gusto por las experiencias únicas y diferentes.

Y para ayudarme a espabilar, qué mejor cosa que ver a Tamariz en calzoncillos de slip? Si, si, un huesped del albergue clavadito a Tamariz, que debe andar un poco chungo de la próstata y se levanta a las 5 de la mañana a mear sin percatarse que estoy en el pasillo comunal.

Al salir del albergue esperaba que aún quedase algo de oscuridad y pudiéramos ver amanecer, pero no, ya es de día. No hay manera de ver "el sol naciente".  Tampoco hay ni rastro de la niebla matinal que había visto en algunos de los libros de fotografías del cementerio de Okunoin y que daban un aire fantasmagórico ideal.

Llegamos al templo a tiempo para ver los preparativos de los monjes. Somos los primeros en llegar junto con otras dos japonesas del albergue que nos enseñarán el ritual que hay que seguir al entrar. Quitarse los zapatos, coger con la punta de los dedos una pizca de canela/incienso en polvo de un montón y frotarse las manos.

En la zona central, iluminada sólo por la luz de las velas, se sitúa el monje que dirigirá la ceremonia. Dos monjes acercan un arcón de madera lleno de las provisiones diarias para los monjes, para que sea bendecido. Al parecer caminan hasta el pueblo (a 2km) para traerlas diariamente.

Alrededor del monje principal se colocan otros 7 monjes. El rezo dura 45 minutos y consiste en ir cantando ciertas partes de un libro. No sé si son oraciones, texto como el de la biblia o el corán... el caso es que sólo varían el ritmo en el momento en el que cada monje rompe el sincronismo y pronuncia lo que nos dio la sensación de ser peticiones propias o plegarias que algún fiel les ha hecho llegar.

5 minutos antes de terminar nos escapamos sigilosamente para ver "La sala de las lámparas" que está en el pabellón de al lado, frente al mausoleo de Kobo Daishi. Más de 10000 lámparas de aceite se mantienen continuamente encendidas en esta sala desde hace cientos de años. Filas y filas de columnas de lámparas, el techo repleto.. impactante. Obviamente el cartel de "No photo", y obviamente yo que no me puedo resistir. Esta vez, de forma discreta con el teléfono para que no se note mucho. Cuando estaba encuadrando una toma del techo, me doy cuenta que hay una cámara de seguridad vigilando, OH, OH! Vámonoooos!!!

Aprovechamos el tiempo que nos queda antes de encontrarnos con el resto para llegar hasta el otro extremo del cementerio. Esto es interminable!! Lo malo es que los mosquitos han empezado a despertarse también y tenemos que abortar la excursión antes de tiempo.

Bajamos hasta el pueblo para desayunar unos bollitos recién hechos y visitar el Danjo Garan.
Es un complejo con más de 20 edificaciones (pagodas, pequeños templos...) en cuya construcción Kobo Daishi invirtió toda su vida. El edificio más llamativo es el Daito, una imponente pagoda de color naranja chillón.
Este complejo es lugar de peregrinaje de los monjes que habitan en el pueblo, y es gracioso verles andar sobre sus sandalias de madera dando mini pasitos para ir de un edificio a otro, hacer sus 3 reverencias, sus rezos y rumbo al siguiente...y así echan la mañana!

Podríamos seguir una semana entera viendo templos en Koyasan y no terminar con todos.. así que nos quedamos con esta pequeña muestra y nos despedimos de este pueblo. Por delante nos queda un largo trayecto de autobús + funicular + tren + otro tren + otro tren más..

Y finalmente, después de 7 horas y 40 minutos llegamos a Tokyo!!! Yujuuu!!! Si llegamos a hacer un transbordo más, Edu me hubiera tirado a las vías del Shinkasen.
Al llegar a la estación preguntamos a un caballero por la dirección del hotel y cómo no!!! nos acompaña hasta la puerta!!!! Ya nos empezamos a acostumbrar a este comportamiento y eso no es bueno.
Hoy tendremos nuestra experiencia "Capsule", y es que no se puede venir a Japón y no dormir en un hotel cápsula (¿o si?). A toro pasado, digo que si, que es totalmente prescindible.

No hay necesidad ninguna de dormir en una habitación con 20 personas más, con olor a tabaco, sin aire circulando, con una moqueta con más manchas que un dálmata y con un baño que es mejor verlo de lejos. Pero claro, todo esto no lo sabíamos al llegar. Lo fuimos descubriendo después. Y si la zona de chicas era para verla, la de chicos debía ser eso elevado a la enésima potencia y añadiendo un japo en calzoncillos que se tira pedos y ronca. Qué delicia de hotel!!!

Intentamos pasar el tiempo justo e imprescindible en este antro, así que salimos a cenar y dar una vuelta antes de dormir, aunque personalmente yo estoy agotada de tanto viaje ya.

Ritual de siempre para encontrar sitio para cenar: que si este no, que este tiene lo mismo de siempre, que este es caro, que este está vacío, que este está lleno.. en fin.. que terminamos en un coreano donde se comen bolsitas hechas con lechuga rellenas de panceta de cerdo a la plancha con verduras. Al menos algo "diferente".

Desde las calles que rodean al hotel se ve la nueva torre SkyTree. Es curiosa la afición que tienen todos por ir a ver torres altas. Como si de mosquitos guiados por una luz se tratara.. allí que van.. total para llegar justo a las 23:00 cuando le apagan todas las luces y cierran. Menudo paseo más productivo y todavía queda volver.. Al menos podremos decir que vimos desde la base la segunda torre más alta del mundo y la más alta de Japón.

Ya de vuelta en el hotel, me voy a dormir a ver si llega cuanto antes la mañana y nos vamos de aquí. María y Sara bajan al sótano a ducharse y al pasar por recepción, a quién se encuentran de sorpresa??? A los chicos poniéndose los zapatos para escaparse a tomar cervezas. Ayyyy, que os han pillado!!!
En el fondo les entiendo. Yo también intentaría escapar de este sitio si pudiera.

Mañana será otro día..



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