Día 23 de Agosto:
Vuelta al madrugueo otra vez. Hoy nos acompañará a mi y a mi dolor de espalda de ayer, el dolor de espalda de hoy. Qué agradable dormir en el suelo, gracias por no privarnos de esta experiencia!!
Hoy dividiremos el grupo y es que Sara quiere visitar el gran Buda de Kamakura. Siente pasión por estas esculturas y si a eso le añades que Kamakura es una zona de playa donde la gente practica surf, para qué queremos más!! Justo todo lo que a ella le gusta. Así que ella y Grego irán a visitarlo mientras el resto nos vamos a ver el templo Senjoji en el distrito de Asakusa.
La entrada al templo es una gran puerta con un farolillo gigante donde la gente espera paciente para hacerse la foto. Tras la puerta, un camino flanqueado por cientos de puestos de souvenirs que conduce hasta el templo. Es el templo budista más famoso y antiguo de Tokyo. Es bonito aunque después de haber estado en tantos, ya se nos hace un poco repetitivo.
Una novedad es que hoy está lloviendo!! Así que tenemos una pequeña tregua del calor. Buscamos refugio en un restaurante muy coqueto donde comemos bastante bien. Y hasta hemos tomado postres japoneses!
Aprovechando que ha dejado de llover, nos acercamos hasta Tokyo Station para ver los jardines que rodean el palacio imperial. No es que sean muy variados en especies, de hecho sólo hay arbolitos bajitos colocados al milímetro, pero sólo por el color del césped en contraste con los rascacielos, hace que sea algo curioso de visitar.
Vuelve a amenazar la lluvia y se acerca la hora en la que hemos quedado con Grego y Sara en el apartamento, así que regresamos.
Esta noche seguimos con las divisiones, y es que ellos quieren hacer su "noche de chicos", así que nosotras, en consecuencia, tendremos nuestra "noche de chicas". En nuestro grupo tendremos una invitada muy especial, Mami. La chica que conocimos al principio del viaje en el hotel de Yurihonjo.
Hemos quedado con ella para ir a Roppongi al restaurante donde Tarantino se inspiró para su famosa escena de Kill Bill, el Gonpachi.
Es una chica encantadora y se desvive por hacernos agradable la velada. Habla español realmente bien y le encanta todo lo relacionado con nuestro país. Conoce tradiciones, gastronomía, está a la última de las noticias y hasta sabe quién es Belén Esteban!!. Esto nos hace preocuparnos un poco sobre qué imagen estamos transmitiendo hacia fuera..
Le comentamos que queríamos ir a un bar hecho de hielo que está también en Roppongi y aunque finalmente no lo encontramos, la chica lo intentó encontrar hasta el último minuto. Como si se tratara de la cenicienta, antes de que dieran las doce, se tuvo que marchar porque perdía el último tren hasta su casa. Así que allí nos quedamos, las tres, en un bar donde se comían raciones de pollo con cerveza en poco más de 10m2. Somos las únicas chicas y además extranjeras, así que somos un blanco fácil. Mientras Sara y María se beben sus cervezas a toda prisa, escuchamos cómo un par de chicos está ensayando frases en inglés por lo bajinis para entablar conversación, pero no les daremos ni la oportunidad.
Nos volvemos para casa antes de que perdamos el último metro. Casualidades de la vida ¿que no pensarías nunca que te iba a pasar en Tokyo? Encontrarte casualmente con alguien anónimo al que conociste una tarde de lluvia bajo la marquesina de la estación de Shibuya, y que no sabes muy bien por qué, en apenas 5 minutos fue capaz de contarte toda su vida. Pues allí estaba, en las taquillas del metro como nosotras. Le hicimos un poco la trece catorce para esquivarle ya que iba un poco perjudicado y no teníamos ganas de aguantar "ebriedades".
Al llegar a casa, sorpresa! los chicos han cerrado la puerta del apartamento con las dos cerraduras y nosotras sólo tenemos la llave de una de ellas. Genial!!! Lo que más nos apetece ahora es quedarnos en la calle, bajo la lluvia y rodeadas de mosquitos esperando hasta que ellos aparezcan, vete tú a saber a qué hora..
Dentro de casa se ve luz, pero no es que estén dentro, si no que se han olvidado de apagarla, al igual que la alarma del despertador que todas las noches suena a las 00:00. Los vecinos de arriba tienen que estar de nosotros hasta el moño.. Sara no se resigna a quedarse en la calle, así que se aventura por el lateral de la casa cual spiderwoman para ver si podemos entrar por la puerta de la terraza o por alguna ventana y hay suerte! Una ventana se abre desde fuera y por fin conseguimos entrar en casa. Gracias por salvarnos Spiderwoman!! jejejeje.
Habrá que esperar hasta mañana para conocer la versión de la noche de chicos...
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