domingo, 25 de agosto de 2013

Sayonara, baby!

Día 25 de Agosto:

Último día en Japón, oooohhhh!!! Parece que fue ayer cuando llegamos. Aunque a ratos tenía ganas de volver ya a casa, cuando finalmente ves que se acaba, da pena.

Hoy tenemos el vuelo a la 1:30 am, por lo que todo el día podremos aprovecharlo. Decidimos separarnos de nuevo. Yo tengo ganas de volver a Yoyogi para ver la segunda parte del festival de danza. Hemos quedado en reunirnos en la estatua de Hachiko por la tarde, junto con Mami y Asusa, la otra chica que conocimos en el albergue de Aso, que hablaba español con acento mejicano.

Hoy en el parque hay menos afluencia de público, por lo que es más cómodo y tranquilo ver el desfile.
Aunque es menos vistoso que ayer porque ya no está bajo concurso.

Nos vamos andando hasta el punto de reunión y allí nos encontramos a todos incluida Mami, Asusa y un amigo suizo de Asusa. Ha sido un momento un poco raro porque ambas desconocían que iban a quedar la una con la otra y parecían rivalizar por el papel de anfitriona.

La tarde se plantea con la visita a un mercadillo de comida tradicional de las diferentes prefecturas de Japón, cerca de Roppongi. Según nos cuenta Asusa es muy popular, y tanto!!! cuando llegamos casi no se puede ni caminar. Mami nos va enseñando qué comida es típica de dónde. Es curioso de ver y de probar, pero tanta gente me está agobiando un poco. En cuanto hemos recorrido un buen tramo, decidimos volver a la zona de Shinjuku para acercarnos a dónde más tarde deberemos coger el autobús para volver al aeropuerto. No sin antes, hacernos unas fotos con unos luchadores de sumo que andaban por ahí picando en los puestecillos.

Una cosa que nos quedaba pendiente de hacer con Mami del día de nuestra salida, fue el hacernos fotos disfrazadas de colegialas, sirvientas, policías, gatitas, marineritas.. en los fotomatones de los centros recreativos. Mami nos lo tenía ya todo organizado y siempre controlando el tiempo para que cogiéramos el autobús adecuado y llegar bien al aeropuerto. Qué encanto de chica!!

Una vez elegidos los disfraces (finalmente conseguimos que Mami y Asusa también nos acompañen), entramos al fotomatón. Es enorme y hace varios disparos entre los que hay que cambiarse de posición con rapidez. Después se pasa a la parte de atrás donde se pueden colorear, escribir, poner figuritas.. Es divertido si vas con alguien que entienda el japonés y te lo explique porque si no no sabríamos ni sacar las fotos. Otra ventaja de ir con alguien de allí, es que ellas tienen la opción de enviarse las fotos por correo electrónico, siempre que sea una dirección de Japón. Lo cual está muy bien porque las fotos que te da la máquina son miniaturas en collage.

Ha estado divertida la sesión de fotos. Ya podemos tachar de la lista el disfrazarnos en Japón.

Ya es hora de que vayamos yendo al apartamento a hacer las mochilas, así que nos despedimos de Mami y de Asusa. Ha sido un momento bastante vergonzoso  porque ambas nos han traído unos regalos y nosotros no tenemos nada para ellas. Les prometemos que cuando vengan a España los regalos se los vamos a hacer nosotras, así que aquí os esperamos chicas!!! Un besote enorme si leéis esto. Os echamos de menos y estáis invitadas a venir a España. Os recibiremos con los brazos abiertos!! y Mami!! tienes que venir a correr la San Silvestre eeeehh!!

Al llegar al apartamento parece que tenemos invitado. Nos encontramos con Sam, el dueño de la casa que ha venido a preparar lavadoras y comprobar que está todo correcto. Es un chaval muy agradable que llegó a Japón para estar unos meses, de ahí se quedó un año, luego dos, conoció a su mujer, se casaron y ya no se volvió nunca más.

Dadas las gracias por su atención, nos fuimos hasta el aeropuerto de Haneda. Cenamos nuestro último ramen antes de coger el avión y adiós Tokyo. Nuestra aventura nipona terminaba así, sin más. Mis reflexiones las dejo para la última entrada de mañana con nuestra visita a Dubai.

Sayonara!!



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